Desde los dos extremos del látigo

Una sesión contada a dos voces. La voz de la sumisa y un narrador observador.

Desde los dos extremos del látigo

Era extraño. Podía percibir mi sangre pasando por las venas, el sudor saliendo de mis poros. Mis sentidos alerta, no me había sentido tan viva jamás. Esperaba, yo siempre tan impaciente no imaginaba que podía disfrutar de la espera, del no saber en qué momento escucharía sus pasos o sentiría su respiración. Entonces, él ni siquiera vendó sus ojos, solo la orden lejana de cerrarlos, eso era suficiente. Una orden simple, párese ahí, ponga las manos sobre el...

En el Parque

Exhibirla como su propiedad era su derecho como su Amo y Señor.

En el parque

La cuerda se tensaba con suavidad pero con firmeza. Los brazos atrás de la espalda por encima de los hombros hacia que mis senos se levantaran, mi adorado Amo tomo esto como un atrevimiento y sonaron una, dos, tres palmadas que hacían rebotar mis senos y se iban poniendo rojos.

Ni una lágrima. La sonrisa no era para nada fingida. Era un sueño hecho realidad.

Con delicadeza mi adorado Amo soltó los nudos y froto con cuidado las marcas en las muñecas y los antebrazos. E...

El peor castigo (1)

Un relato de fantasía, de otra epoca, con toma a la fuerza de una prisionera en un barco pirata.

EL PEOR CASTIGO

Me habían capturado en el Puerto de Tivoli, siempre fui una muchacha sencilla, ingenua y quizás ignorante de las cosas de la vida.

A pesar de que todo el pueblo decía que era hermosa todos los hombres me habían respetado mucho y era una especie de virgen viviente de mi pequeña aldea. Y era linda de verdad, una cintura pequeña, unas nalgas redondas y bien paradas como buena Napolitana y mis senos eran tan grandes que solían salirse de mi blusa con alguna frecuencia.

Tal...

Mi Amo

Su primera Sesión. La ternura y la dominación son una sola.

Mi Amo…. Mi Amo…. Mi Amo.

Mi Amo, mi Amo, mi Amo…. Esas palabras retozaban en mi mente, resbalaban por dentro de la piel con una intensidad hasta ahora desconocida. Iba en pos de mi Amo, no lo podía creer, al fin…!

El bus apenas iniciaba su camino de 9 horas hacia Bogotá, si, viajaba para una sesión con mi Amo y si me preguntan si valía la pena les contesto que iría hasta Katmandú a pie a ver a mi Amo.

Ya estaba oscuro, la mayoría de la gente en le bus dormía, solo se escuchaba...