El viaje a la playa (1)
Mi novio, su primo y otro amigo me invitan a ir a la casa de éste en la playa.
Uno de esos días de verano, en los que el sol pega duro y acabas pegada al sofa viendo la televisión, con casi nada de ropa puesta, llamó mi novio a la puerta, con sus típicos tres toques fuertes. Me levanté a abrir, y me aseguré que mi poca ropita le diese un buen espectáculo. Llevaba un pijama de algodón blanco de pantalón corto a juego con una camiseta de tirantes también blanca. La delgadez de la tela permitía ver mis pezoncitos duros, puesto que yendo hacia la puerta me los toqué para recibir a m...