Anita, la amiguita (III)
La fiesta aún no termina...
ANITA LA AMIGUITA (III)
Y justo en aquel momento el crío empezó a llorar, es más, pegaba alaridos, como si jamás su madre le hubiera obsequiado una teta. Momento en que Paula se levantó recontra cabreada, y fue a ver lo que pasaba. Anita estaba de lo más arrecha, y mientras la Paula caminaba, ostentado su hermoso culo, ella seguía masajeando mi verga, acariciándola como si fuese un objeto dinástico, una vara de poder, una referencia trascendente.
Y así estábamos, ella volcada sobre mi...