Mi vecina Jeromita
Un pase con la pelota en casa antes del partido, un regate, otro mas, y al final un cristal roto. Jamás nadie pensó que a su edad pudiera pasarle algo así.
MI VECINA JEROMITA
Como cada niño grande nos encantaba jugar con la pelota, y como cada niño grande cualquier momento era idóneo para hacerlo, aunque este fuera el salón de una casa, y el espacio fuera tan reducido que la probabilidad de romper un cristal con ella fuera bastante grande. Estábamos pasándonosla con mucho cuidado, calentando ya para el partido con los amigos, le hice un regate, luego le hice otro, al que siguió uno mas y al final el cristal de la puerta que daba acceso a la terraza salt...