Las marcas de la sesión

Un dominante disfrutando de su sumisa en sesión.

  • Buenos días sumisa.

El saludo le sorprendió, se sobresaltó como una niña pillada en falta. Era pronto, no lo esperaba tan temprano. A su amo no le gustaba muho madrugar. Sintió un cosquilleo en la boca del estómago.

  • Buenos días Señor, ¿Desea que le sirva en algo?

Él sonrió ante esa respuesta de su sumisa. Por supuesto que quería ser servido.

  • ¿Has preparado todo como te ordené? Se refería a los distintos instrumentos que solía usar para jugar con ella: las pinzas, un consolador,...