Romancillo del vibrador

También nuestros objetos más preciados merecen un poema. Dedico éste al vibrador que me hace pasar tan buenos ratos.

Romancillo del vibrador

En la mesilla de noche,

y en funda de terciopelo

guardo mi varita mágica

con alma de voltio y medio.

(Cuando la paso a la cama

satisface mis deseos)

Si vibra, vibro con ella,

la detengo cuando quiero:

Nunca he tenido un amante

tan servicial y discreto.

De látex, y no de carne,

es su caricia y su beso.

Cuando la acerco a mi piel

y sueño con lo que sueño,

la varita hace el milagro

de avivar...

Letrilla

Unos versos ligeros y agradecidos a tí que me hiciste descubrir tantas cosas.

Letrilla

Los caballitos de mar

galopan por la pradera.

El cielo cayó del cielo

y hay en el mar hierbabuena.

Cuando me besas los pechos

se estremecen las estrellas.

Hay farolillos de fiesta

en la calles de mi cuerpo,

y en mi vientre algodón dulce,

arrope y miel de romero.

Las calles de mi ciudad

desembocan en tus besos.

Tengo colinas y umbrías

que aguardan que las recorras.

Tus pasos serán caricias

sobre mi piel a...

Mi niño

Poema dedicado a esa dulce "cosa" que los chicos lleváis entre las piernas.

Mi niño

Yo te llamo "mi niño",

pequeñín y dormido.

Piel cálida y suave

en reposo inocente,

dulce cosita dulce

que miro con ternura.

Te toco y te despiertas.

Te remueves y, a poco,

creces en el regazo

de mi mano-caricia.

La llenas, la desbordas,

lates, pulsas, exiges,

te haces duro y caliente,

te yergues y me buscas.

(Dejaste de ser niño)

Ganaste, de plumazo,

tesón y poderío.

.

Quieres hincarte e...

El árbol

Pensaba en tí, amor.

El árbol

Pensaba en ti, amor,

sentada en tierra, a la sombra de un árbol,

la espalda contra el tronco.

Soñaba despierta

que eran ramas mis piernas y mis brazos.

Tu recuerdo corría por mi sangre

tan dulce y delicado como un pájaro....

Tarde de invierno

Fuera hacía frío. Tú y yo nos arrebujábamos en la caricia y en el lecho. Y aquella tarde me sugirió este poema.

Tarde de invierno

Y por la ventana se veía el mar.

Detrás de la cortina de palabras,

más allá de los visillos,

del otro lado de nuestro nervioso balbuceo,

se veía el mar.

Era un mar gris y tierno,

invernal,

que llamaba al calor de la cama y del cuarto.

Tú me dijiste "Duerme,"

y luego me arropaste

con la manta gloriosa de tus besos más dulces.

(Era un mundo distinto.

Era un total olvido de formas y colores, de palabras y cosas,

...

La noche de me entrega

Sueño con que me poseas y pensando en nuestro abrazo te escrbí este poema.

La noche de mi entrega

Sabes acariciarme con dulzura

y mecerme en la cuna de tus besos.

Quiero ser tu descanso, ser la almohada

del sueño de tus sueños.

Con la esencia más honda de mis jugos

sé tejer arco iris en tus labios.

Convertiré mi mano en golondrina

que te llene las ingles de veranos.

Sé imaginarte rey y luz rotunda

zambullendo de sol-enredadera

la oscuridad caliente de mi sexo

que recibe tu esencia.

Sé reposar en ti que m...