Madre e hijo, experiencias eróticas IV

Paul y su madre Nati, vuelven al pueblo, donde ambos sucumben al deseo finalmente, dando pie al inicio de una relación materenofilial, con situaciones aun mas eróticas y pasionales.

Pasaron dos semanas y yo pensaba únicamente en que llegase otro fin de semana donde quedarme a solas con mamá. Finalmente ese día llego, mientras en mi cabeza solo habitaban imágenes de lo sucedido con ella y de esa foto tan sugerente que me envió.

-Mamá, ¿quieres que entrenemos? –pregunté yo, sabiendo la respuesta.

-Por supuesto, me cambio y listos –dijo ella muy alegre

Como ya era habitual, tras el entrenamiento nos dirigimos a la ducha, nos desnudamos y entramos. Cogí el jabón y se lo p...

Madre e hijo, experiencias eróticas III

Paul y Nati, madre e hijo, se van a pasar el fin de semana a la casa del pueblo solos, allí comenzaría a cuajarse un acercamiento mas estrecho y mas erótico cada vez.

Un día al llegar de trabajar, encontré a mis padres discutiendo porque mi madre quería ir a la casa del pueblo. Dicha casa es una casa familiar compartida por abuelos, tíos y primos. Mi padre no quería ir, no le gustaba, algo que a mi madre le irritaba mucho.

Pasó una semana, y una tarde mi madre me dijo:

-Paul cariño, ¿a ti te importaría llevarme al pueblo y estar el finde? Ya que tu padre nunca quiere ir, y el este fin de semana tiene que estar con el abuelo, nos podíamos ir los dos.

Lo...

Madre e hijo, experiencias eróticas II

Continúan los momentos eróticos maternofiliares entre Paul y su madre Nati, donde las cosas comienzan a tornarse algo mas cercanas.

Pasó una semana desde aquella ducha erótica junto a mamá, donde yo no podía quitarme lo ocurrido de la cabeza. Solo con pensarlo levemente, me excitaba.

Al llegar el sábado y quedarnos nuevamente solos, yo unicamente pensaba en repetir el entrenamiento con mamá y confiar en que quisiera que nos duchásemos después.

Así pues, el sábado llego, y le ofrecí a mama entrenar juntos, a lo que ella accedió muy alegremente. Se puso su ropa ajustada, y un top nuevamente que hacia sus pechos muy sugerentes....

Madre e hijo, experiencias eróticas I

Un hijo y su madre, comienzan a tener acercamientos en forma de situaciones un tanto eróticas, que con el tiempo, trascendería a puntos jamás imaginados por Paul.

Mi nombre es Paul, tengo 28 años, un cuerpo bastante bueno, me cuido y hago deporte. Mi madre, Nati, tiene casi 60 años, a pesar de ello, se conserva bien, es muy guapa, lleva el pelo corto y platino, tiene sus curvas, tetas grandes aunque algo caídas, y un culo un poco grande, redondo y apetecible. Mi padre tiene 66, y por lo que yo sé, ya no suelen hacerlo nunca, sobre todo porque mi madre suele ponerse a la negativa.

Esta historia, como otras, comienza conmigo, teniendo fijación por las mujeres mad...