La verdad es  que la Universidad me aburría un poco, soy muy aplicadita y solo me queda un año por terminar.

Normalmente no es que vaya buscando machos como una salida, pero unos de mis profesores, Don Clemente, había enfermado y en su lugar, sus sustituto que ya me habría gustado tenerlo desde el primer día, Don Mario se llama. Dios mío como está el tal Mario, fuerte, musculado, moreno, con una boca que estaría todo el día comiéndosela, tiene que ser mío, con una noche me basta, una noche...o mejor,...

Caminaba hacia casa, cansada de trabajar pero con unas ganas locas de sexo que no podía explicar puesto que anoche había tenido mi buena ración. Subía las escaleras con ganas de tomar una ducha...bueno no, un baño...,si un baño es lo que necesito. Entré en mi apartamento y me fuí desprendiendo de toda mi ropa poco a poco, primero el abrigo, el vestido...las medias...sujetador y por ultimo...mis braguitas, liberada por fin, desnuda, con una bata de seda abierta nada más, en mi apartamento...caliente y cada v...

esperando…….

Me apetecía ir a la cafetería y ponerme a escribir tomando una taza de té. Me sentía bastante relajada viendo pasar la gente, me vuela la imaginación. Me gusta escribir rodeada de personas a las que no conozco pero siendo ellos mis protagonistas..., sin que vean lo que escribo. Una cafetería que sea tranquila, adecuada...con poco ruido, con terraza y bonito jardín... a través del espejo veo la gente pasear y andar cada uno a su destino, sí, eso me gusta. De repente, desde mi rincón, miro...