Semanas más tarde, Victor me llamó a su despacho, estaba serio y me miró preocupado. Empezaba a conocer sus facciones tanto cómo él las mías.

-tenemos que hablar..

-ocurre algo?..es es algo que he echo mal?

-..tranquilo..Es que tengo que salir de viaje.. dos semanas.. son cosas de negocios..ya sabes..

-vaya..pensaba que era algo más serio..me habías preocupado..-comenté respirando algo tranquilo.

-estaré fuera dos semanas.. y te da igual?..-comentó levantándose de su silló...

Cuando llegué al apartamento, me abrió un joven. Ni siquiera me fijé en su cara, pregunté si Marcela. estaba ocupada y él me dijo que no, así que entré y me dirigí a su salón. Como había echo otras veces.

El joven sonrió educado, yo también, y nos sentamos en el sofá, a esperar a Marcela.

Marcela era una joven que decía venir del sur. Guapa, morena, con grandes tetas y una boca increíble.

Llegó con una sonrisa y se sentó entre los dos. Yo la saludé pensando que era mi turno y el joven...

Victor ni siquiera encendió el motor. Estábamos preguntándole a la chica si conocía algún sitio para divertirnos los tres y la muy puta se subió la falda y nos mostró su tanga.

-..aquí..-dijo pasándose la mano por ese tanga.

Victor miró hacia atrás y yo le miré a él. Encogí los hombros y me pasé al asiento de atrás. Victor se quedó delante, mirándonos.

La chica casi se abalanzó sobre mi y me desabrochó los pantalones. Mi verga ya venía preparada, así que emergió dura cuando ella rebusc...

La casa de Victor era enorme, y muy moderna, un amplio loft de dos plantas en pleno centro de Madrid. Al entrar sonreí y dije una tontería.

-..te va bien el negocio..

El sonrió, dejó las llaves en la entrada y se apoyó en la puerta para cerrarla. En ese momento pensé que no lo conocía de nada, era un extraño. Un extraño con un culo increíble y una polla aun mejor, pero un extraño.

Victor pareció que entendía mis pensamientos y sonrió.

-estas nervioso?

-para nada..-mentí mira...