Feminizada hasta convertirme en Susanna (2)

Me abalancé arrodillándome al tiempo que él se levantaba y empecé a besar y lamer desde los huevos a la punta, arriba y abajo, abajo y arriba… mientras le pajeaba. No pude recrearme como en las películas, la metí en mi boca como loca. Mamé… y mamé…y mamé…. sintiendo el deseo de días mirándola en el gimnasio y en la playa. Un deseo que yo ni sabía que había acumulado hasta ese punto.

Al llegar a casa, tras la mañana de playa, estaba nerviosísimo, casi ni pude comer. Me afeité el poco vello que tenía, en la ducha, rasure mis ingles y dejé cuidadosamente un triangulito como un chocho. Apenas podía contenerme de masturbarme por lo que pasó. Salí  a primera hora de la tarde  con lo poca ropa que tenía de chica en una bolsa de viaje. Busqué más ropa en los grandes almacenes.

Compré un impresionante corsé negro, de raso con encajes y puntillas. Las medias de encaje a juego, bisutería im...

Feminizada hasta convertirme en Susanna (1)

Mientras me echaba, otra vez cara a la toalla tapando mi sexo, vi que apartó la bolsa y se giró agitando al aire esa tranca a punto de romperse para ponerse de nuevo boca abajo lanzando un resoplido. Me sentí perversamente “satisfecha” aunque también tuviese que ponerme boca abajo. Ya me había demostrado a mi mismo que podía excitar a un hombre con la webcam, pero ahora, ademas de ser real, no tenía mas que mi cuerpo para hacerlo, y lo mejor, lo que mas me excitaba, era que Victor me atraía muchisimo y cada vez lo deseaba más. Una emoción que, ademas de ser nueva, me hacía sentir mas mujer que cualquier ropa o maquillaje.

Hola, me llamo Abel, pero en cuanto puedo me convierto en Susanna, una  hembra dulce, femenina, sumisa y complaciente… y entregada a Víctor. Un chico  guapo y viril que ha cambiado mucho mi vida.

Desde adolescente me han gustado las chicas, pero mucho más imaginar en privado que soy una de ellas. Casi todas mis fantasías me identificaban con el papel de mujer. Desde los 14 me gustaba ponerme lencería y lucirla ante el espejo, aunque no muy  a menudo porque terminaba sintiendo algo de culpa.

Sobr...