Cediendo a la tentación (2)
El placer continua.
Cediendo a la tentación 2
Nos miramos a los ojos, los dos sentíamos vergüenza Yo sabía que decir, sabía que hacer. Aún inmóvil con su polla dentro de mí sintiéndola aún dura me levanté, sentía como su polla iba saliendo. Le dije que su madre debía velar por él enseñarle todo lo que la vida le iba a exigir y que por eso había ocurrido aquello. Que lo había hecho por él, que era algo que nadie ni ningún amigo debía saber. Salió en silencio de la habitación y se dirigido al baño, yo me quede sentad...