Jornada laboral
Cerré los ojos y extendí mis brazos por encima de mi cabeza. Sentí como me rodearon encima de la cama. Varias lenguas recorrían mi cuerpo: la palma de las manos, los codos, las axilas, el lóbulo de las orejas, los pezones, el vientre, los muslos. Aquello me provocó un cosquilleo por todo el cuerpo
Trabajo desde casa para una empresa pequeña en la cual sólo tengo contacto con los pocos compañeros que somos a través del correo electrónico o del teléfono. Algunas veces coincidimos en una pequeña oficina que tienen en el centro de una localidad cercana, sobre todo cuando me reúno con Juan, mi jefe. El ambiente entre nosotros suele ser cordial y agradable.
Aquella mañana tenía reunión en la oficina. Me desperté con una sensación muy incómoda: no se si os ha pasado alguna vez, pero precisamente esa n...