Adiós a la madrastra
-¡Me caso! Fueron las palabras que pronunció mi padre al otro lado del hilo telefónico.
- ¡Me caso!
Fueron las palabras que pronunció mi padre al otro lado del hilo telefónico. ¿Me extrañaba? ¡Y tanto! Sabía que era contrario al matrimonio. Para él solo existía el amor así mismo.
Sí que se había casado con anterioridad, pero más bien obligado. El dejar embarazada a mi madre a una edad en la que los dos eran muy jóvenes, fue motivo para que intervinieran los padres de ambos y concretaran la boda. Eran dos familias muy unidas y no podían permitir que el niño que naciera no tuvi...