La celada...
Mi novio lo deseaba, era su fantasía, pero yo lo terminé disfrutando.
Martín me habia advertido que algún día me iba a entregar a su Gran Danés de dos años para que este debutara sexualmente. Era una fantasia que el tenía de verme debajo del gigantezco animal, tratada por el mismo, como una vulgar perra de su especie, y yo aunque me negaba permanentemente a vivir esa experiencia, ya me habia hecho a la idea que tarde o temprano lograría su objetivo y aparecería yo debajo del animal.
Ese día estaba arrodillada en el piso, haciendole una fellatio a Martín, cuando Ar...