El cabrón de Recursos Humanos viaja a Londres

Y allí le dejé, arrodillado en el suelo, recogiendo con los dedos, de su cara y de su ropa, mi corrida y chupandolos goloso.

Para saber de qué va el rollo mejor leeros antes mi relato anterior “El cabrón de Recursos Humanos”. Me ha quedado un poco largo el relato, así que dosificar y leerlo por partes. Espero que os de para haceros muchas pajas.

Hacía más de un año que dirigía la sucursal de Londres cuando Gutiérrez me anunció su visita. Desde que lo había desvirgado en el Motel Pink Flamingo apenas le había vuelto a ver. Con tal de evitar el escándalo no tuvo ningún problema para promocionarme al puesto, siendo

el ye...

La puta del portero

Venga dale fuerte, mi niño - me alentó para que iniciara el mete y saca. Y así lo hice, empecé a culearle rápido como un conejo Mi polla entraba y salía como un pistón de su entrada. Era tal la excitación, los nervios con la nueva experiencia que a los pocos instantes sentí como alcanzaba el clímax y me corrí como un gazapo.

Continuación de El portero y el vecino del octavo

https://www.todorelatos.com/relato/157381/

Durante días estuve escabulléndome del portero. Temía su represalia por haber follado con el vecino del octavo. Sabía bien lo animal que era y que me la tenía guardada. Pero era consciente de que tarde o temprano me encontraría con el.

Ocurrió una tarde de que regresaba a casa.

  • ¿Donde te metes zorra? - le oí decir.

Torné la...

El portero y el vecino del octavo

Ese día le busqué en la portería y no le pude encontrar. Así que recorrí todo el edificio buscándole desesperadamente. Al fin di con él barriendo en el garaje del sótano. Hombre tu otra vez. ¿Que pasa? ¿Estas otra vez caliente, putilla? - me dijo con una sonrisa despectiva. Me acerqué a él y sin mas le empecé a frotar el paquete mientras le miraba lascivo.

Continuacion de El portero https://www.todorelatos.com/relato/156699/

Desde el día que Sandalio me violó en el cuarto de los enseres de la portería mi vida cambió radicalmente. En todo momento andaba caliente y con gana de polla así que a la menor oportunidad le buscaba ansioso de que me diese por el culo. Estaba continuamente salido como una gata en celo y necesitaba que me montase casi a diario.

Ese día le busqué en la portería y no le pude e...

El portero

Desde que nos habíamos mudado al nuevo edificio aquel tipo me inquietaba. Tenía un mal mirar y no precisamente por ser tuerto. Cada vez que pasaba por su lado me comía con el único ojo que le quedaba y se le ponía una cara de vicio que atemorizaba. Mas no eran sus miradas libidinosas lo que más me alteraba eran sus soeces requiebros lo que me ponía los pelos de punta.

Desde que nos habíamos mudado al nuevo edificio aquel tipo me inquietaba. Tenía un mal mirar y no precisamente por ser tuerto. Cada vez que pasaba por su lado me comía con el único ojo que le quedaba y se le ponía una cara de vicio que atemorizaba. Mas  no eran sus miradas libidinosas lo que más me alteraba eran sus soeces requiebros lo que me ponía los pelos de punta.

  • Ese culito me lo comía yo a besos. - me decía cuando pasaba frente a la portería - Avisame cuando quieras comer nabo que te doy de lo...

El cabrón de Recursos Humanos

Desde el primer momento que Mónica, la jefa del departamento, me comunicó que debía de acompañar a Gutiérrez en aquel viaje de negocios, me negué. Es un impresentable y un grosero, le dije, mas ella insistió en que era su última palabra. De esta manera me encontré viajando con semejante energúmeno.

Aguardaba paciente en la recepción del hotel a que Gutiérrez diera por finiquitado el asunto. Llevaba más de 15 minutos enzarzado en una violenta discusión con el joven recepcionista. Me jodía tener la razón pero en realidad este tipo de situación ya me la esperaba.

Desde el primer momento que Mónica, la jefa del departamento, me comunicó que debía de acompañar a Gutiérrez en aquel viaje de negocios, me negué. Es un impresentable y un grosero, le dije, mas ella insistió en que era su última palabra....