El juego
Empezó un juego que no supo como terminar, finalizando con una infidelidad.
El juego terminó justo como había iniciado. Habían pasado 2 años desde el primer intercambio de miradas, números de teléfono celular, de mensajes.
Ella quiso darle fin desde un inicio, pero le gustó saberse observada. Por primera vez en su vida era objeto de asedio, y no por parte de cualquiera. Él no era cualquiera: delgado, de porte fino, manos delicadas que contrastaban con lo burdo de su barba y detrás de sus gafas, asomaban unos ojos de color verde musgo, sensuales y bellos que la hacían so...