Las historias de Anaís y Bea (6: Excursión)
Nos vamos de excursión con nuestros novios, nos sinceramos y tenemos un encuentro con unos cazadores en el que la cosa se pone ¿desagradable?
El torrente de pasión incestuosa me dejó desolada de cara a los exámenes, lo cual se tradujo en unos resultados calamitosos. Yo no sabía qué iba a ser de mí, a cada rato enfrascada en ensoñaciones eróticas que, y ahí radicaba el problema, encima llevaba a la práctica. Ya daba igual que fuera mi padre, que fuera un desconocido o que fuera el novio de mi mejor amiga.
Con mi novio, de todas maneras, las cosas iban bastante bien. Solo gracias a él pude superar toda esa depravación. La pena es que esa...