Yo como corneador

Una pareja, clientes de una tienda de fotografia donde trabajaba, me hacen una oferta que no puedo rechazar.

Esto me pasó hace un par de años, trabajaba en una pequeña tienda de fotografía de barrio. El trabajo consistía, básicamente, en hacer ampliaciones de fotos familiares y en solucionar los problemas que tenían con sus cámaras las abuelas y madres del barrio.

Desde que se ha impuesto el digital, poca gente joven pasa sus fotos a papel, las ven en su ordenador , tablet o en cualquiera de las múltiple maneras que hay ahora de ver las fotos sin necesidad de pasar por la tienda de fotografía.

Era un t...

El aperitivo

Violeta decide quedarse a "comer" en casa, esto es sólo la primera parte de la comida.

Me había levantado temprano, Violeta aun dormía cuando salí de casa a correr un poco, era domingo, la mañana era fresca y era el momento perfecto para hacer deporte. Estuve más o menos una hora corriendo. Cuando llegue a casa oí como Violeta se duchaba, me preparé un zumo, me lo bebí y esperé a que terminara en la ducha para entrar yo.

Nos cruzamos en la puerta del cuarto de baño, casi ni nos vimos, ella iba envuelta en toallas, una para su cuerpo, le cubría desde el pecho hasta los pies, y otra en el...

Un lunes por la mañana

Pablo (Concepto) me sorprende un lunes por la mañana con una sesión de sexo deliciosa.

El otro día, mi chico, Pablo ( aunque aquí le conocéis como Concepto),  me enseñó el relato que mandó a esta página contando nuestra aventurita con el ginecólogo. Al leerlo y recordar todo aquello, lo mucho que me excité, lo muchísimo que disfruté,  me calenté muchísimo y él no estaba por aquí así que me las tuve que apañar sola, pero eso es otra historia.

Bueno, la cosa es que eso de contaros nuestra vida sexual me resulta muy excitante, así que he decidido mandaros otra de nuestras aventurillas.

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Violeta, yo y su ginecologo.. y la enfermera

Primera visita que hice con mi novia Violeta a su ginecologo. Al principio pensé que seria muy aburrido, pero estaba muy equivocado

Normalmente no acompaño a Violeta, así se llama mi chica, al ginecólogo,

pero aquella vez me pidió que fuera, así que la acompañé.

Llegamos allí y al poco rato hicieron pasar a Violeta a la consulta, yo me

quede esperándola leyendo una revista. Pasados unos cinco minutos, la

enfermera me dijo que pasara a la consulta, el doctor me quería preguntar

algo. Pasé y me encontré al doctor y a Violeta sentados a los lados de una

mesa, yo me senté en una silla que quedaba libre. E...