Con la vecina

Con tus braguitas colgando de la cuerda de tender empezó todo.

Tus braguitas colgaban húmedas de la cuerda de tender; pequeñas gotas regaban el suelo del patio en el que alguna vez de niños llegamos a juguetear en pos de evitar ser cogidos en el "pilla-pilla"... kien kería

Gota a gota imaginaba esa fina tela de color blanco puesta en ti, húmeda al igual que ahora, pero no gracias a lo pulcro de tus lavados, sino fruto de un encuentro entre tus manos y aquello que debajo de ellas se cobija...

Sólo de pensarlo algo empieza a variar de tamaño dentro de mi...

Despertar

Qué mejor forma de despertar que con las braguitas mojadas??

La luz que por entre las rendijas de tu persiana antraba en tu cuarto acariciaba tu cuerpo semidesnudo. Tus piernas brillaban como si del rocío estuvieran perladas.

Aún no era muy fuerte la intensidad de los rayos del sol juguetones que parecían adherirse a tu piel.

Pegado al marco de la puerta obrservaba impasible el espectáculo que me premiaba la vista.

Tu cuerpo yacía de costado frente a mi... lo examiné con pausa, palmo a palmo. Tue pelo brillaba, parecía sedoso y suave. Tus ojos...