Historia de un Error (3)
Ahora Mónica es la que nos continua relatando lo que sucedió.
Eran las doce de la mañana, y estaba sola en la cocina tomándome un café. David se había marchado. Tenía un partido de fútbol con unos amigos que le había presentado hacía unos meses. Y Ricardo seguía durmiendo, o mejor dicho roncando, en la habitación de invitados.
No se porque, pero en ese momento decidí coger el porro, y lo encendí
Al principio tosí un poquito, pero pronto le cogí el tranquillo. La verdad es que tras pegarle un par de caladas ya me gustaba el sabor, y cuando me lo termi...