La ultima noche
Tenía la polla durísima, me la metí en la boca mientras le acariciaba los huevos y el ano, no dejaba de gemir, le estaba gustando que se la chupara tanto como a mi hacerlo...
LA ÚLTIMA NOCHE
Sin darnos apenas cuenta el tiempo pasaba en aquella maravillosa ciudad, el fin de nuestro viaje estaba cerca y ahora sí que sí, no podíamos seguir robándole días al calendario, teníamos que volver a la rutina de todos los días, lejos de Mérida y de toda su gente… Al día siguiente por la noche saldría un tren rumbo a Zaragoza, donde nos esperaba otro largo año de trabajo, hasta unas nuevas vacaciones.
Poco a poco empezamos a hacer las maletas para no tener que hacerlo a última...