Mi tutora del internado

Nunca pensé que la estancia en un internado para chicas me la pasaría en las rodillas de mi tutora.

Empezaré por explicar que me crié en una familia tradicional con una madre y un padre, aunque éste viajaba mucho, ya que tenía un buen puesto en un banco que no interesa el nombre, por lo que poco tiempo pasaba en casa y que decir del poco caso que me hacía, ya no sólo por sus escasas visitas a casa sino que como todo hombre machista, lo que el quería era un niño, pero el destino hizo que me tuviese a mí, una niña algo tímida y con muchos problemas interiores que con el tiempo iría resolviendo.

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