La perra meona (VII)
Relato sobre el primer día de convivencia de las dos perras de Ñ. Fueron meses intensos de caídas y vueltas a empezar, de vencer barreras, de sentir profundo, de descubrirnos... una etapa que sin duda nunca olvidaré. Pase el tiempo que pase, una parte de mí siempre será suya. Zorionak Ñ.
Era de madrugada y m, por orden de nuestro Amo, me había dejado fuera de la habitación. Las instrucciones eran claras y la perfecta sumisa estaba dispuesta a seguirlas al pie de la letra.
Fui al baño a buscar unas toallas y, tirándolas al suelo de la cocina, me acurruqué sobre ellas. Mi adorado Ñ se había propuesto enseñarme cuál era mi lugar y no se detendría.
Dentro de mí luchaban la devoción que sentía por él y mi orgullo. Pasaban por mi mente miles de recuerdos y experiencias que me habían lleva...