La carta
Las vicisitudes de una sumisa, siguiendo las órdenes por carta de una Ama que no conoce... todavia.
Termino de trabajar, hoy para ser martes ha sido un día agotador, pero gracias a mi jornada de medio día, sé que nada más llegar a casa, podré comer un poco y descansar. Llego al portal y abro el buzón, mis piernas tiemblan al ver la carta de mi Ama. Nerviosa y con rapidez, subo a casa, dejo la carta en la mesita del salón y el resto de las cosas en mi despacho, voy a mi cuarto rápidamente y allí me desnudo. Después, como ordena el ritual, a cuatro patas, como la perra que soy, me dirijo al salón, me...