Noche de tequila
Este relato está dedicado a Damasco, el único dueño de mi corazón, mi máxima fuente de inspiración y el hombre con quien deseo compartir el resto de mi existencia.
Hola. Mi nombre es Lidia y me gustaría compartir con vosotros una historia muy especial. Tengo 27 años y trabajo como sexóloga en mi propia consulta privada. Hoy es viernes. Acabo de telefonear a mi secretaria y al parecer no hay ninguna cita concertada para esta tarde. Quizá sea el momento idóneo para pensar en tomarme un pequeño descanso; lástima no poder disfrutar de mi chico este fin de semana...
Hace un par de años le ofrecieron una oportunidad laboral que no pudo rechazar. Trabajar como hi...