John III
John selló mis labios comiendo mi boca con pasión, ahora el beso se ha convertido en un morreo furioso, nuestro compromiso tácito queda ahora establecido con esta entrega absoluta de nuestros cuerpos y también de nuestra mente y corazones.
Para nadie en la casa era ya un secreto la sintonía entre John y yo; de hecho no nos molestábamos en disimular lo más mínimo . Prácticamente John se mudó a mi habitación a la hora de dormir, compartíamos cama asiduamente si bien John seguía manteniendo su habitación particular. Manu nos miraba entre curioso y reservado, era evidente que algo dentro de él le generaba sensaciones nuevas.
Estamos en Octubre y ya el calor es soportable, si bien durante el día se pasea en manga corta, los atardeceres y las...