Vesta
Atraída hacia una flor de deslumbrantes colores, la mariposa fue devorada por su propia voracidad...
Días...
Corrió la sábana de seda suavemente y se levantó, completamente desnuda de ropas y sabores exóticos... al apoyar el pie derecho un leve dolor en la pantorrilla hizo que frunciera su apetecible boca aún dormida y laxa.
Eso la hizo sonreír con encanto. Fue a sentarse en la silla frente al gran ventanal de la habitación, daba a la incansable ciudad.
Sin saber que eran las 4 de la mañana prendió un cigarrillo limpiando una mancha imaginaria en la impecable mesa de fórmica gris osc...