En la oficina
Ella esta divorciada, su jefe era casado pero la volvía loca, y valia la pena correr el riesgo
Sandra se levantó de la cama, sabía que tenía que llegar a trabajar y que ahí, vería una vez más al Licenciado Rodríguez, y esa apostura que lo hacía irresistible para ella, moreno, casi un metro noventa de estatura, rasgos severos y varoniles, coronados con un bigote color negro al igual que su cabello que contrastaban notablemente con sus ojos color verde.
Su varonil voz, y su pausada forma de hablar, le excitaban, se sentía como una jovencita ante la presencia del muchacho que la alborotaba en la esc...