Pagué por sexo
Nunca había pagado por sexo... pero la visión de esa llamativa mujer, me decidió.
PAGUE POR SEXO
Cuando me detuve en el semáforo, alcancé a divisarla. Casi escondida detrás de un árbol, a media luz, con unos tacos agujas, vestía una pollera roja muy corta que dejaba ver un bien formado par de piernas, una camisa muy fina que no escondían para nada sus pechos, pequeños pero muy proporcionados a su cuerpo. Su cabello, similar a una melena de león, enmarcaba un rostro fino y bien maquillado, donde resaltaba una boca fina, roja y sensual. Era muy bonita. Su juventud era un de...