Caperucita Roja viola al Lobo Feroz Ep 1º

Caperucita es una robusta hija de leñadores que ha aprendido a pelear sucio manteniendo a raya a sus incestuosos hermanos, pero el "Lobo" (el heredero del señor feudal local) demostrará ser un adversario mas peligroso.

CAPERUCITA ROJA:

Érase una vez, una familia de leñadores que vivían en una cabaña aislada en el bosque. El matrimonio tenia cinco hijos y una hija, a la que todos llamaban caperucita porque para protegerse de la lluvia y del viento, llevaba siempre una media capa con capucha de un vistoso color rojo. Caperucita era la hija mayor y entre la dureza de la vida en el bosque y las continuas peleas con los guarros de sus hermanos, que intentaban sin exito desvirgarla, era tan hermosa como un ángel y tan fue...

Elvira la criada luchadora Ep. 1º

Elvira es una sirvienta ninfómana y pegona que disfruta violando a su jefe cada vez que éste la agrede sexualmente.

Elvira era la criada de Don Julián desde hacia tres meses y también era su amante. Era una andaluza de piel morena, de un metro ochenta y cuatro de estatura, cabellos muy negros y fascinantes ojazos oscuros. Sus brazos eran fuertes como los de una campesina y sus pechos eran gordezuelos y generosos como su soberbio trasero. Elvira era también la cocinera, y lo cierto es que tenia un ligero sobrepeso, pero era una verdadera maquina en la alcoba, especialmente en los juegos que al señor le gustaban, que solía...

Mis continuas batallas con mi vecino quinceañero 1

Miranda, una rubia escultural de 22 años, descubre que Brian, su vecino, la espía mientras toma el sol desnuda. Brian descubrirá que el hombre no siempre es el sexo mas fuerte, cuando Miranda le someta a reiteradas sesiones de facesitting.

MIS CONTINUAS BATALLAS CON MI VECINO QUINCEAÑERO

Era un soleado día de primavera. Yo estaba tomado el sol desnuda en mi patio trasero. Es algo que me encanta porque se que eso le pone a cien a Brian, el desvergonzado hijo adolescente de mis vecinos. Aquel día estaba de muy buen humor, esperando que el muchacho asomase la nariz para poder desafiarle otra vez a un combate de lucha libre. Ya habíamos luchado dos veces antes, venciéndole yo en ambas ocasiones. Por supuesto, siendo yo una mujer adulta de 2...