Violeta, mi eterno amor V
¡¿Qué coño haces tú en mi casa?!- estaba furiosa, y gritaba, yo sigo bajando
“me dispongo a bajar por las escaleras, bajo despacio, lo más lentamente posible, sin darme cuenta ya estoy a mitad de la escalera, miro hacia la puerta y lo primero con lo que me encuentro son con unos ojos verdes que me confrontan, es una mirada fuerte pero llena de amor, no sé qué decir, pero siento como las lágrimas corren por mis mejillas… todo lo que pensé que pasaría se volvió incierto…”
De pronto escucho que tocan el timbre de la casa, si todo esto había pasado por mi imaginación, yo aún...