Cómo me trajiné a vuestra madre - Los desconocidos

Aquel invierno estaba siendo más frío de lo habitual y, mientras Marshall y yo discutíamos incansablemente sobre si eran más calientes los guantes o las manoplas, vuestra tía Robin se entregaba a su pasatiempo favorito: follar con desconocidos.

Aquel invierno estaba siendo más frío de lo habitual y, mientras Marshall y yo discutíamos incansablemente sobre si eran más calientes los guantes o las manoplas, vuestra tía Robin se entregaba a su pasatiempo favorito: follar con desconocidos. Y sí, desconocidos va en plural porque le gustaba hacérselo con más de uno a la vez.

Antes de salir de casa, se puso unos ajustadísimos leggins negros. Sin nada debajo, por supuesto. Aquella prenda marcaba su fabuloso trasero e insinuaba su insaciable rajita, pon...

Una cosa dura para la madura (Parte 3 de 3)

Segunda entrega de la historia "Una cosa dura para la madura". Un joven de 17 años se siente atraído por su vecina, una divorciada rubia de cuerpo escultural y amante del deporte. Lo que desconoce es que ella también se siente atraída por él. ¿Será hoy su día de suerte?

Una mañana se encontraron en el portal. Jorge venía del gimnasio y Sara salía a hacer footing. Vestía las clásicas mallas ajustadas, esta vez rosas, marcando tanga, y uno de sus habituales tops, que desbordaba con sus grandes senos. Hacía tiempo que Jorge no la veía con esa indumentaria, desde el verano pasado. Por la cinturilla de la malla pudo ver un tanga blanco, brillante y recordó como solía masturbarse en su casa con su ropa interior. No pudo reprimir una escandalosa erección. Sara reparó en ella y no...

Una cosa dura para la madura (Parte 2 de 3)

Segunda entrega de la historia "Una cosa dura para la madura". Un joven de 17 años se siente atraído por su vecina, una divorciada rubia de cuerpo escultural y amante del deporte. Se hacen amigos y él se masturba curioseando en su casa sin que ella lo sepa. Ella también se masturba mientras lo espía

Una mañana decidió hacer una pequeña reforma en su casa. Dado que la pared del cuarto de gimnasia y la de su habitación era la misma, se le ocurrió hacer un ventanal y cubrirlo con cristal-espejo. Por el lado del trastero parecería un espejo y por el de su cuarto sería una diáfana ventana, a través de la cual se podría observar la sala de al lado. El marido de una de sus amigas tenía una pequeña empresa de construcción, por lo que la obra quedó lista en unas horas y a cambio de un precio simbólico.

Esa...

El robo a Airsoft Micro Corporation...

El robo a Airsoft Micro Corporation, las dos Agentes Especiales de Seguridad y mi cara de imbécil

Siguiendo el plan previsto, me colé en la sede de la empresa de software Airsoft Micro Corporation por los conductos de ventilación hasta la sala del ordenador principal, donde desactivé las alarmas e intervine las cámaras de seguridad con mi equipo portátil. Me dispuse a extraer de la computadora la versión beta del nuevo programa de posicionamiento global por satélite que estaba desarrollando la compañía para un proyecto secreto del Gobierno, cuando ocurrió algo inesperado que mandó al traste toda mi oper...

Una cosa dura para la madura (Parte 1 de 3)

Al abrir el portal se cruza con ella: la vecina del tercero. Debe tener unos 35 años y lleva su larga y sedosa melena rubia recogida en una cola de caballo. Gafas de sol de marca. Un minúsculo top que marca todas y cada una de las curvas de sus enormes y bien formados senos, dejando al descubierto o

Podría decirse que, con diecisiete años, ningún chico es feo. Sus cuerpos aún no han terminado de formarse pero ya se entremezclan los trazos del niño que fueron y con los del hombre que serán. Si además hacen deporte y van al gimnasio, como es el caso del protagonista de esta historia, a lo antes mencionado se unen unos músculos fuertes y bien definidos y un vigor sin igual. Como están en edad de presumir y andar de ligoteo, suelen vestir vaqueros apretaditos que marcan sus jóvenes culos, firmes y duros, y...