La monitora
Ana no era precisamente una madura, pero a mis 17 años, sus 29 me parecían muchos...
Llevaba desde los 12 años yendo de campamento, así que cuando comenzaron mis primeras salidas nocturnas, tenían lugar con personas de ese entorno. Normalmente eran personas de mi edad o de edad similar, pero a medida que fuimos creciendo era cada vez más común pasar algunos ratos con nuestros monitores en aquellos maravillosos botellones, los cuales, si bien eran una gran molestia para los vecinos del lugar, eran todo un hervidero social para jóvenes de todas las edades. Recuerdo que Jose, uno de mis mejore...