Humedad

Me encanta el olor a humedad y no sólo cuando de mujeres se trata, que debo reconocer que es uno de mis tantos afiches, sino también cuando es la tierra la que despide ese característico olor, la madera, el suelo, el aíre, ese aroma tan característico y excitante que impregna a la ciudad cuando está por llover o cuando ya ha llovido, saco esto a colación porque ahora que estamos iniciando la época de lluvias en la ciudad de Guadalajara, he aprovechado para retomar viejas prácticas de cuando más joven. Entre ellas, caminar por la ciudad cuando está lloviendo y más cuando el resultado de mi caminata, es algo como lo que les voy a contar.

HUMEDAD.

Me encanta el olor a humedad y no sólo cuando de mujeres se trata, que debo reconocer que es uno de mis tantos afiches, sino también cuando es la tierra la que despide ese característico olor, la madera, el suelo, el aíre, ese aroma tan característico y excitante que impregna a la ciudad cuando está por llover o cuando ya ha llovido, saco esto a colación porque ahora que estamos iniciando la época de lluvias en la ciudad de Guadalajara, he aprovechado para retomar viejas prácticas de cu...

Tan puta, tan mía

La confesión del amo hacía su puta.

Tan puta, tan mía, tanto como yo de ella aunque no lo quiera admitir y muerda mis labios antes de que siquiera, se atrevan a decirle una sola palabra.

Cada parte de su cuerpo me excitaba tanto, la cogia y la usaba a mi antojo y placer, luego se quedaba ahí, en el piso, manchada de semen el rostro, con los senos al aire, con los pezones erectos ansiosa de más, ansiosa de mí y yo de nuevo, con mi falo erecto buscaba su boca para, luego de darle un beso meterla toda dentro de ella mientras lagrimeab...

El objeto del placer

Te convertire en mi muñequita budú

— El objeto del placer —

Está noche de tu cuerpo yo haré,

el templo de la perdición y el placer

no dejará punto alguno sin tomar

mi lengua ácida las dedicas de tu ser

Que diez mil inferíos ardan

y todos los cielos se caigan.

De envidia las vírgenes lloraran

pidiendo a gritos estar en tu lugar.

Cabalgaré por tu cuerpo sin parar,

hurgare en cada rincón

clavando mis manos por toda tu piel

hasta hacerte gritar .


Olvida...

Aliento de Gato

Extrañas mi ronroneo por las noches...

— Aliento de gato —

Sólo cierra los ojos y recuéstate a dormir. Deja abiertas las ventanas para que el viento pueda entrar, que mueva las cortinas que se quedaron sin correr para que la luz azulina de la luna ilumine tu cuarto. Nadie, después de todo, necesita velas o luz eléctrica, teniendo a su disposición la luz de la luna para que le ilumine entre sueños.

No te desnudes, déjate puesto ese camisón que te va tan bien. Bajo el blanco de la tela y los detalles que en el se perciben, sé que...

Los Amantes

En este aquí te encuentro, en este ahora te pierdo, en la eternidad estaremos en un nosotros aboluto.

— Los amantes —

Entre lunas,

entre lagrimas y sombras,

yo deseo tener tu corazón  entre mis manos

desangrándose por heridas de amor.

Si pudiera mi alma pondría a tus pies,

y mis labios rodarían por tu piel

gritándole al mundo

¡Eres la mujer con quien siempre soñé!

Quisiera verte,

pero tengo los ojos cerrados.

Nunca más podré hablarte

porque me han sellado los labios

Y sin embargo estoy aquí,

cumpliendo con mi promesa,

...

Súcubo

Ella es la vampiresa de mis sueños.

— Súcubo —

Cerré los ojos y una vez más evoqué tu rostro entre las sombras de la noche. Te llamé entre delirios, sueños, fantasías y deseos

Me pregunté sobre el porque de ese mágico hechizo que en mi provocas, y de nuevo el silencio se apoderó de mis labios y mis labios se sellaron de nuevo ante el inminente deseo por pronunciar tu nombre.

Sigo sin entender, porque que es que tanto te temen los hombres, luego pensé:

--- ¡Claro! Es sólo que no te conocen --- y sonreí

Y sonre...

La noche de mis musas...

En vista de que las musas no quieren inspirarme està noche... Me toca a mì, convertirlas en el objeto de mi deseo.

† Una Musa †

Atrás quedaron aquellas noches en que mi mente solía volcarse en maratónicas sesiones de ideas y maravillosas fantasías que emanaban por borbotones desde lo más profundo de alma, cuando aún existía un alma que se regodeaba creando universos distintos, dándole vida a las evocaciones de epifanías que aparecían por centenares, conjurando personajes, seres míticos de aspectos increíbles, seres que nunca hubiera podido concebir la mente humana… Atrás han quedado las noches tormentosas, d...

Los Danzantes de la espiral Negra

Dialogo entre un lagarto y una gata.

Los danzantes de la espiral negra

Mil alabanzas salieron de mis labios y se impregnaron una a una en un rincón diferente de tu cuerpo; me sonreíste y te sonreí, tu incitante gesto felino asomó de entre la inmensa oscuridad y a punto estuve de caer en el embrujo de tus ojos: esas dos gemas que harían sucumbir a los mismos demonios del placer y la depravación. Supe ahí, que sino tenía cuidado, el que terminaría embrujado sería yo ¡Abrasé visto a un lagarto siendo seducido por una pequeña minina! ...

Manantial

De nuevo me pierdo entre la realidad y un sueoñ, no sé ya cuando estoy dormido t cuando estoy despierto, pero no importa pues dormido o despierto. siempre te contemplo.. ¿quieres saber lo que pienso de tí?

¿Qué sientes cuando te escribo? ¿Qué piensas de mí? ¿Cómo reaccionan tus sentidos cuando tus ojos se deslizan por cada letra que te dedico?

¿Me temes? ¿Te molesta la forma tan atrevida en la cual te saludo?

No te culpo, después de todo, hay cada loco suelto que uno ya no puede confiar en nadie. Pero… Además de tu conciencia que no deja de arengarte para que te alejes de mí, ¿Habré sido capaz, aún y cuando fuese sólo por un instante, de despertarte otras sensaciones en tu piel?, y sí así fu...

Siluetas

Ahora me encuentro cobijado por la noche, esperando tu arribo, estoy seguro que vendras y que cuando llegues, de nuevo me invadira el miedo por estar tan cerca sin poder tenerte. Así que te dejare esta carta querida mía... Espero que te alegre.

He visto tu silueta dibujada entre las sombras de mi ventana por la noche.

Creo contemplarte sonriendo cada que miro el oscuro cielo, cada que me pierdo entre estrellas y nubes, cuando en esta dulce oscuridad, creo ver tu rostro dibujado en la luna. Sé que he sentido tu presencia rondando entre las sombras de mi alma, recorriendo palmo a palmo, cada pliegue de mi cama. Y yo me he quedado ahí, impávido, inmóvil y temeroso; entre las sabanas blancas, oculto mi cuerpo y mi rostro, lo escondo de tus...