Ella

Pequeña historia lésbica.

¡Ñññññeeeeeeeeeeeeeeeee! El sonido del telefonillo me devolvió a la realidad en un segundo.

– ¿Si?  –

– Soy yo. –

Abrí la puerta y me quedé esperando, escuchando sus pasos.

– Hola. ¿Qué haces? –

– Estudiar un poquillo. –

– ¿Puedo desconcentrarte un poco? – Me preguntó mientras ponía una sonrisa picarona.

– ¿Más? – continúe siguiéndole la broma. – Déjame acabar este tema – continué mientras avanzaba por el pasillo. – ¿Quieres algo? – dije acercándome a la nevera, la...