Descubierta por mi alumno 5
Siguen los encuentros en mi despacho
Cuando me levanté a la mañana siguiente, fue contemplar mi cuerpo desnudo en el espejo de mi habitación. Lo primero que pude comprobar es que la rojez que mis labios vaginales presentaban la noche anterior se había reconvertido en un tono azulado oscuro.
Me acaricié mi entrepierna y las molestias seguían siendo apreciables, decidí darme una ducha y en esa zona intima lo hice con agua fría bajando a continuación a desayunar.
Tras el desayuno subí nuevamente a mi habitación para elegir mi atuendo....