Masturbando a mi jefe en la oficina
Una joven abogada encuentra a su jefe masturbándose, de modo que ella decide ayudarlo.
Era tarde, y de la oficina estaban yéndose todos. Yo estaba en mi escritorio, ordenando algunas cosas, cerrando mi computador, cuando oí a mi jefe haciendo unos ruidos extraños desde la puerta del frente. Me sorprendí, y me levanté de inmediato. Su nombre, Cristián Altamirano, era de esa clase de nombres que es entre temido y respetado, tanto dentro como fuera de la oficina. Yo era una de sus abogadas de más confianza, todos lo sabían. Yo también. Pensé, con cierto miedo en ese instante, que le podría estar...