Salón de belleza
De cómo un chico llegó a triunfar profesionalmente en un salón de belleza para mujeres....
Todo comenzó con un e-mail que decía: "Respuesta a su anuncio".
Firmado: Morgana.
Es así como, buscando una amiga, encontré un empleo. La respuesta de Morgana era a la vez clara y eficaz, y solicitaba que le ampliase información sobre la naturaleza de mi fetichismo, sobre mis gustos y mis deseos, y sobre la idea que yo tenía de lo que significaba estar al servicio de los pies de una mujer.
Estuvimos intercambiándonos algunas cartas en un tono cortés, casi amistoso, antes de que Morg...