Pasión prohibida (IV: Epílogo)

Aquella noche era capaz de cualquier cosa, estaba muy excitada y su marido no vendría. Su excitación era muy grande y sin pensarlo se dirigió al establo en busca de su amor prohibido.

Ella se despertó sobresaltada, se sentó en su cama y se dio cuenta que estaba sola, hace dos días que su marido no venia a dormir, mucho trabajo era lo que el decía. Sin moverse miro por la ventana y se dio cuenta que aún era de noche. La fiebre la envolvía ella no sabia que hacer, claro no era una fiebre de enfermedad, mas bien era sexual. Ella conocía muy bien lo que le sucedía , no era la primera vez, pero nunca fue tan fuerte. Su cuerpo temblaba, sentía unas especies de espasmos y la tremenda nec...

Pasión prohibida (III)

Las dos amigas continúan jugando con el caballo. Después de llenar bien la vagina de tranca le toca el turno al ano. Comienzan con el puño para aclimatar el orificio trasero, que pronto se verá encharcado de semen equino.

Me desperté con las caricias de Carla sobre mi pelo, ella repetía suavemente mi nombre y me acariciaba. Creía que todo fue un sueño pero al verme en establo me di cuenta que fue todo verdad.

Carla me miró a los ojos y me dijo, que estuve maravillosa y que nunca se olvidaría los que sus ojos vieron ese día. Yo le pregunté si le gustaría probar y ella me dijo que no , que no era el momento ahora para ella. Pero que sí le gustaría mucho que yo siguiese. Yo estaba muy cansada, realmente no quería saber na...

Pasión prohibida (II)

Cuando su marido se va a trabajar ella se encamina a la cuadra de Relámpago, su caballo de enorme pene...

Los días pasaron y con ellos el dolor, mi cuerpo volvía a la normalidad y mi vagina a su tamaño original , cosa que nunca creí que podía suceder.

Mi esposo se extrañaba mucho el por qué yo no quería tener sexo, estúpidos pretextos salían de mí. Claro nunca pensaba decirle la verdad, él tal vez podría aceptar una infidelidad, pero no creo que comprendiera la de este tipo.

Reconozco que al principio tuve mucho miedo, hay veces que cuando estamos muy calientes no pensamos en lo que hacemos y eso fu...

Pasión prohibida (I)

Cuando su marido se va a trabajar ella se encamina a la cuadra de Relámpago, su caballo de enorme pene...

No podía contenerme, el instinto era más fuerte, mis deseos me mataban, el solo hecho de pensarlo me hacia sentirme muy caliente. Pero era algo prohibido algo que no le contaría ni a la más íntima de mis amigas, algo que ni yo podía comprender por qué lo sentía. Pero el deseo era mayor que mi pudor y un día me animé a hacerlo.

Era una mañana hermosa el sol brillaba fuerte en el horizonte yo me desperté sola como todas los días, mi marido ya se había marchado al trabajo. Yo me dirigí vestida como estab...