La luz del fuego 18
El final
Un par de meses luego estábamos sentadas a la misma mesa en una reunión con otros profesores, porque Mariana había decidido seguir con el máster y costeárselo trabajando con Giulia Rossi. Eso no impedía que pasáramos las reuniones mirándonos como un niño mira un caramelo, y esta vez no era distinta. Claro, así no lograba concentrarme en lo que se decía, más cuando tenía que esforzarme el triple para entender y hablar en italiano. Cuando Rossi dio por terminada la reunión y mientras todos recogían, oí la voz...