Mini-relato. La perra desespera.
Sumisa atada, desnuda, con los ojos vendados y expuesta a su Amo siente su cuerpo arder con desesperación deseando de manera incontenible que su Amo la use por fin.
Nada puede ver, nada oye más que las respiraciones de ambos, nada siente su piel más que el tacto de la cuerda que ata sus manos por encima de su cabeza y la suavidad de la cama bajo su cuerpo. La excitación recorre su piel con dedos de hielo mientras él parece regodearse con la espera, contemplando su cuerpo desnudo, su pecho subiendo y bajando cada vez más rápido. Sin poder contenerse, lleva su dedo hasta su cuello y lo roza con tal delicadeza que ella casi duda de que haya ocurrido. Comienza a descender,...