En sus manos (1)

De como mi mujer se echa un amante y no contenta con ello los dos me someten a su voluntad y capricho.

EN SUS MANOS (1)

Hacía ya tiempo que las cosas no iban muy bien entre mi mujer y yo. Ella no quiso trabajar una vez casada y yo, con mi modesto sueldo, apenas podía satisfacer todos sus caprichos. Eso nos llevó a discutir por cualquier motivo. Mi trabajo no era físicamente cansado, puesto que yo trabajaba en una oficina, pero si que era muy agobiante y yo llegaba a casa verdaderamente cansado. Nuestros encuentros sexuales fueron espaciándose cada vez más, en parte debido a mi cansancio y en part...