Navi - II

Final de la historia de cómo conocí a Navi.

II -

De repente, fue Navi quien se puso caliente. Notaba su polla dura y su respiración acelerada en mi oreja. Y sus labios empezaron a recorrer mi cuello poco a poco. Mis bragas se mojaron casi al instante sintiendo los labios de un hombre diferente. Me cogió por el cuello y atrajo mis labios a los suyos. Empezó a besarme lentamente, sin parar. Estaba poniéndome cada vez más cachonda, y empecé a palpar por debajo de su camiseta. Tenía un abdomen plano, duro, que llegaba a un pecho con algunos pelos i...

Navi - I

Primera parte de la historia de cómo conocí a Navi.

I -

Era el segundo año que subía al pueblo de mi novio a pasar unos días con él y su familia ya que eran las fiestas mayores. Después de tres horas de autobús, llegué cansadísima y esperando que mi novio me recibiese con los brazos abiertos y con ganas de verme, ya que hacía como tres semanas que no nos veíamos y estaba falta de cariño y de un poco de sexo.

En cuanto llegamos a su casa y saludamos a sus padres, nos fuimos directamente a la habitación que habían preparado para mí, y caímos mientr...

Entre huertos

Me dirigía a Valencia por una reunión de trabajo. Era mediados de julio, y hacía un calor insoportable. Yo era un importante hombre de negocios que tenía que desplazarme desde mi amada Madrid hasta los huertos valencianos para llevar a cabo una importante obra arquitectónica...

Me dirigía a Valencia por una reunión de trabajo. Era mediados de julio, y hacía un calor insoportable. Yo era un importante hombre de negocios que tenía que desplazarme desde mi amada Madrid hasta los huertos valencianos para llevar a cabo una importante obra arquitectónica que nos daría muchos beneficios. El problema estaba en los aldeanos que vivían junto a los márgenes del río y que llevaban allí des de hacía muchísimos años y se habían creado sus propias casas para cuidar de los huertos que les daban d...

Mi vecina Clara

Siempre he deseado a mi vecina Clara. Un fin de semana pasó algo que llevaba mucho tiempo deseando...

Clara era una chica sencilla que vivía en los límites de un pequeño pueblo colindante a Barcelona. Era rubia, con el cabello ondulado y largo que le llegaba hasta la cintura. Sus ojos eran color miel, y su sonrisa era embriagadora. Siempre me había gustado, y cuando los dos éramos más jóvenes, siempre había imaginado que después de la escuela o del instituto, le pediría que fuese mi novia.

Éramos vecinos, aunque desgraciadamente, unos completos desconocidos el uno para el otro. La había visto crecer e...