Ama Laura II

Desenlace de la historia como sumiso bajo las humillaciones de Ama Laura. Dominación / Bisexuales.

Continuación del relato Ama Laura http://www.todorelatos.com/relato/65442/

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Al cerrarse la puerta del baño Carlos me giró el cuerpo y empujó mi cabeza contra el piso con gran violencia y sin mediar palabra. Mis brazos quedaron atrapados bajo el peso de mi cuerpo, con una mano sujetaba firmemente mi cuello, lo que impedía levantarme y me dejaba arrodillado, con el culo al aire.

Sentí como con su otra mano me bajó el hilo ha...

Ama Laura

De cómo un sumiso se arrastra por su Ama y ésta termina jugando con él a su voluntad. Dominación / Bisexuales.

Estaba impresionado con el resultado final, mi Ama se había esmerado en arreglarme. Me había convencido de que era hora de llevar mi sumisión un paso más allá, y yo, irremediablemente seducido por su belleza, no me pude negar.

-Estás preciosa – sentenció. Y la verdad es que sí lo estaba; llevaba unas medias a rayas, blancas y negras, por encima de las rodillas, una minifalda blanca, semitransparente, que dejaba entrever el hilo que se perdía entre mis muslos. Con todo el cuerpo depilado, tan del...

Esclava Raquel

Me he divertido horrores recordando esto... Las cosas que pasan cuando se cambian los papeles y tomo el control.

Estaba muy excitado ante mi primera asignación como amo. Respiraba rápidamente y sentía el corazón acelerado, la erección se marcaba descaradamente en mis pantalones. Llegué a la puerta de la sala de "enfermería", respiré hondo y recordé los consejos de mi ama, tranquilízate, relájate, los sumisos caen por su propio peso.

Como había caído yo, pero eso era otra historia. Abrí la puerta y entré con paso decidido. La luz era muy tenue y la habitación bastante pequeña, había una silla de ginecólogo...

Ama Verónica

De mi primera vez como sumiso, la dignidad por el piso.

La domina entró en la habitación haciendo resonar sus tacones. Levanté la cabeza y por primera vez la vi en persona, era imponente, alta, de por lo menos un metro ochenta, delgada, su piel blanca, su andar firme y decidido. Llevaba una máscara que ocultaba sus ojos pero que dejaba ver unos carnosos labios pintados de un rojo intenso, su cabello lacio y oscuro caía más abajo de los hombros desnudos. Sus enormes pechos intentaban escapar del corsé de encaje que se ceñía a su cintura.

Caminó por la...