Ay hermanita!

Tomando su falda entre sus manos procedió a romperla.

Ay hermanita!

Tomando su falda entre sus manos procedió a romperla, solo pudo emitir un pequeño jadeo a ella también se le hacía urgente, su culo estaba ahora a la vista y el se regodeó en la mirada y la sensación de separar las mejillas con sus manos, el pequeño agujero se apretaba y fruncía cunado comenzó a chuparlo, no paró hasta que pudo desliar su lengua dentro del oscuro calor, con su manos hacía magia en su coño, dos dedos, tres dedos dentro buscando y encontrado su punto g, ella no pudo...