Interminable Placer...
Empecé metiéndome 2 dedos, tocaba mi clítoris y gemía del enorme placer que me provocaba el ver a dos hombres maduros dispuestos a cogerme de una y mil maneras
Después de semanas de masturbarme por las noches recordando el encuentro sexual con Don Eduardo (mi suegro), decidí ir a buscarlo a su oficina, donde seguramente me haría pasar nuevamente del éxtasis a la gloria de un delicioso orgasmo.
Al llegar a su despacho me atendió su secretaria la cual me dijo
Indira, tu novio no esta, y no regresará si no hasta mañana
No vine a buscarlo a el, solo quiero hablar de un asunto con Don Eduardo, me imagino que el si se encuentra.
Si ens...