Una de mis 1000 noches pensando en ti.
¡Te deseo! Cuanto te deseo.
Llego a mi casa, me recuesto en mi cama... Imagino besar tus labios y meter mi lengua dentro de tu boca, jugar en ese recinto majestuoso, bajar lentamente despacio hacia tu cuello, lamerlo, y continuar, irme a uno de tus mamas y morderla un poco, sin dolor, solo placer, hacerla mía, chuparla e irme hacia la otra mama, que también necesita de mi lengua para sentirse bien, tu cuerpo estremecido, excitado, sudoroso, pidiendome que lo haga mio, estas desnuda, a mi merced, así que voy a tu clítoris directamente...