Vas a ser mi putita
Laurita, quien juega con fuego se acaba quemando Un regalo literario que hice a una de mis sumisas antes de cumplir sus fantasías
Laura estiró los brazos hasta que sintió crujir la columna; estaba totalmente entumecida tras pasarse todo el día inclinada sobre la mesa, dibujando. Por suerte le quedaba poco para acabar con sus encargos y disfrutar del fin de semana.
-"Además el sábado es un día especial." - pensó, con una sonrisa pícara.
Llevaba tiempo flirteando con Héctor a través de una red social y en sus últimos mensajes había quedado bastante claro que ninguno de los dos tenía suficiente con un simple flirteo. Tras un...