La vida de esclava, ¿la vida mejor?

Una joven es secuestrada y esclavizada, pero tras el trauma inicial, descubre placer en ser un objeto sexual.

Cuando desperté me invadió un terror inmenso. ¿Dónde demonios estaba? ¿Y cómo demonios había llegado allí? Estaba tumbada en una cama sencilla, sin sábanas y con una cabecera de barras de hierro. La habitación era fría, húmeda, sucia, apestaba como el baño de un bar y no tenía ventanas. Había manchas de moho en las paredes y en el techo y junto a ellas colgaban látigos, cadenas y cuerdas. Lo más aterrador era que yo misma estaba atada. En las muñecas tenía grilletes de acero que me encadenaban al cabecero d...

Orgía gladiatoria

Cuatro patricias aburridas y viciosas organizan un combate de gladiadores con unas reglas fuera de lo común. El vencedor recibirá una lujuriosa recompensa.

Cayó la noche sobre Roma. En medio de la oscuridad un carro se detuvo frente a la casa del lanista. De él salieron dos hombres grandes y musculosos, vistiendo corazas y llevando espadas colgadas del cinturón; y una mujer menuda, delicada, con la cabeza cubierta por un velo de ricas telas. La dama golpeó la puerta y el lanista salió a recibirles.

-Mi señora, buenas noches. Pasad por favor. ¿En qué puedo serviros?

-Deseo alquilar a dos de tus gladiadores más veteranos.

-Por supuesto señora m...

El placer de la tormenta

Lucía recibe en su casa a Dani, el mejor amigo de su hijo, y pasan la noche juntos.

El tiempo cambió de repente. La tarde había sido cálida y despejada, las únicas nubes que se veían eran las estelas de los aviones, pero un par de horas antes del anochecer el cielo se oscureció y estalló la tormenta. Pocas veces he visto un aguacero semejante, en un par de minutos las calles se convirtieron en arroyos, entonces llamaron a la puerta.

-¿Quién es?

-Soy Dani, he venido a devolverle a Jorge el videojuego que me prestó.

Dani era el mejor amigo de mi hijo Jorge, le conozco desde...

Una noche loca

Una chica despechada sale a ligar decidida a vengarse de su exnovio, pero tiene más éxito del que se imaginaba.

Todo comenzó cuando tenía 19 años. Mi novio acababa de dejarme por otra. Mis dos mejores amigas me consolaron y para animarme me propusieron salir de fiesta, a emborracharnos y a zorrear. Yo, despechada, acepté sin pensarlo mucho. Me puse el vestidito con la minifalda más corta y el escote más amplio que encontré en mi armario, un tanguita negro muy sexy, unos zapatos de tacón y me maquillé y peiné lo mejor que pude.

No fuimos a la discoteca a la que solíamos ir, sino a otra más grande, con fama de ha...

Finjo ser la novia de mi mejor amigo

Carlos le hace un favor inolvidable a su amigo Javi, y descubre algo que no se esperaba.

-RIIIIIIIING, RIIIIIIIIING-

-Hola Javi, ¿Qué tal?... nada, estoy en casa aburrido… ¿Un favor?, claro hombre, ¿de qué se trata?... ¿No me lo puedes decir por teléfono?… Uy, qué misterioso, está bien, voy para allá.

Javi era mi vecino y mi mejor amigo, nos conocemos desde siempre y hemos pasado por muchas aventuras y desventuras juntos. Aquel día me llamó para pedirme un favor, pero le notaba algo extraño, normalmente me lo cuenta todo pero esta vez no, así que me dirigí a su casa para enterarme d...

Mi lugar secreto

Una chica de pueblo se lleva a su amigo de ciudad a su lugar secreto, y allí pasan un rato agradable y placentero.

David era un chico de ciudad que pasaba las vacaciones de verano en casa de su abuelo, en el pueblecito donde yo vivo. Era cuatro años menor que yo, bastante guapo, pero sobre todo destacaba por ser muy inocente y muy correcto. Sus padres eran muy estrictos y apenas le dejaban hacer nada divertido, pero él no se sentía oprimido en absoluto, sino más bien protegido. Ni siquiera en su adolescencia (si es que se puede decir que la tuvo) dejó de comportarse como un buen niño, que nunca ha roto un plato. Esa per...

La orgía que me transformó en mujer

Un joven demasiado introvertido se ve obligado a travestirse y a dejarse usar para complacer a los únicos amigos que ha podido conseguir.

Siempre he sido un chico muy tímido, débil, inseguro… Esto se debe en parte a las burlas que sufrí en el colegio y en el instituto, sólo por tener aspecto de chica.

– ¡Sólo te faltan las tetas! – decía a menudo algún chico, y todos los demás se reían.

Incluso algunas chicas se metían conmigo porque mi cara resultaba más femenina que las de ellas. No tenía carácter suficiente para defenderme, de modo que no tenía amigos. Pasé unos años muy tristes y solitarios, pero resistí pensando que en la uni...