Seguimos con los días muy calientes....
- Has sido muy mala Diana - susurré en su oído tirando de sus pezones - en el sexo duro yo decido cuándo y cómo te correrás, y ahora tendrás tu castigo.
CAPÍTULO CUATRO
Antes de volver cogí un antifaz negro y regresé a la habitación. Estaba media acostada boca abajo, agotada. Me acerqué a ella besando su espalda con suavidad, rozando el contorno de sus tetas con la yema de mis dedos, mientras se arqueaba y dejaba los pezones al aire, mirándome pícara.
Me quité los pantalones y me coloqué encima de ella, con mi polla tiesa entre sus nalgas, buscando su boca y besándola con fuerza. Cogí sus pezones rojos y sensibles con dos dedos cada uno y ju...